Este 10 de diciembre se celebra la promulgación de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 y la restauración de la
democracia en la Argentina en 1983.
Ser libres e iguales, tener una identidad y una nacionalidad, poder votar y elegir nuestros representantes, disfrutar del tiempo libre, no ser víctimas de discriminación, acceder a una casa, a comida y asistencia médica, recibir educación, hacer actividades culturales, circular libremente, exigir y respetar derechos… son parte de los Derechos que tenemos las personas, así lo establecen las leyes y “la lógica humana”.
Todas y todos tenemos todos los derechos por el simple hecho de ser personas.
La noción de derechos con carácter universal para todos y
todas no existía como tal hasta 1945. Por ello, afirmamos que los Derechos
Humanos son una invención moderna reciente que impulsa interesantes preguntas
sobre las relaciones entre la sociedad, el Estado y las políticas públicas.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos
Humanos luego de finalizada la segunda guerra mundial y a raíz de un
acontecimiento histórico que puso en duda la misma condición humana: el
Holocausto. Luego de este genocidio resultó necesario establecer acuerdos
mínimos internacionales y mecanismos de control para que estos crímenes de
Estado no vuelvan a suceder. Es así que surge la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Educar desde una perspectiva en y para los Derechos Humanos
es un compromiso con nuestra democracia y expresa una decisión política vin
culada con la construcción de nuevas ciudadanías.
En el tiempo presente los Derechos Humanos se constituyen en
un territorio vivo, una construcción colectiva, donde acontecen disputas
permanentes sobre su significado y alcance
Desde la Educación Sexual integral
En este sentido, la Ley N° 26.150 de Educación Sexual
Integral instaura en todas las escuelas un espacio de enseñanza y aprendizaje
que reconoce la sexualidad como aspecto central de las personas. Abordar la ESI
implica trabajar contenidos desde una perspectiva de derechos humanos con
enfoque de género. Parte de esto significa acompañar más democráticamente el
desarrollo de identidades, porque supone el reconocimiento y la valoración de
la diversidad y la construcción de relaciones más igualitarias.
Les comparto diversos recursos que se pueden trabajar desde
estas perspectivas:
Día
Internacional de los Derechos Humanos - Educ.ar
Cine,
memoria y democracia - Educ.ar.